Dejare nuestro encuentro al destino,
Ha que esta caprichosa vida
te traiga nuevamente ante mis ojos,
Intentando no derretirme ante tu reflejo.
Me tortura el pensamiento
de no tenerte,
de no saberte en mi vida ,
De la zozobra que acompaña no conocerte
de las ganas que me da
volver hablarte.
Excusar mi poca falta de educación
al no decirte nunca mi nombre
Reclamarte el hecho de
no haberme dicho tampoco el tuyo
Recriminarte el abandono..
mientras te culpó una y otra vez
de dejarme huérfana
de tu sonrisa.
Quisiera saberlo todo de ti,
pero son tan contadas las veces que te he visto
y que me he atrevido hablarte
Quizás no hago nada por incitarte
a entrar en mi vida,
pero tampoco pienso arrastrarte a mí
Lo dejó al destino
si es tan bueno y grato conmigo
Entonces
sólo quiero que te ponga en mi camino.